Existen diferentes factores que nos ayudan a lograr un sueño profundo. Algunos son controlables y otros no tanto, pero esta guía de 7 puntos claves puede ayudarte a poner en práctica todo lo que esté a tu alcance para dormir bien.
RUTINA
Intentá respetar los horarios y la cantidad de horas de descanso.
Una persona adulta necesita de 7 a 9 horas de sueño. Si bien en muchos casos esa cantidad de tiempo puede parecer una utopía, es importante lograr no sólo ese tiempo, sino también un hábito para el horario de ir a la cama y de despertarse, al menos para los días de semana.
El ideal es irte a dormir y levantarte siempre a la misma hora, si te despertás en la noche no quedarte en la cama, levantarte y hacer algo que te guste.
De todas maneras, los días en que podés dormir más, es mejor tampoco exagerar para no alterar demasiado esa rutina saludable de la semana, pero un día de descanso ininterrumpido de vez en cuando ¡no se le niega a nadie!
ALIMENTOS Y BEBIDAS
Ni la panza muy llena, ni tampoco con hambre.
La siesta después de una comilona es un placer innegable, pero para tener un buen descanso por la noche es importante no recargar al organismo de tareas pesadas: digerir mucha comida puede incomodarte al punto de mantenerte despierto más tiempo del que quisieras. Por eso, también es importante que pase al menos 2 horas entre que hiciste la última comida y te acuestes.
Además, como es sabido, el consumo de sustancias estimulantes como el café, las gaseosas (contienen cafeína), la nicotina y el alcohol no son aliados del sueño y sus efectos pueden persistir varias horas, por lo que es mejor no consumirlas antes del descanso.
Y sí, es cierto que consumir bebidas alcohólicas puede hacer que sientas somnolencia, pero está comprobado que interfiere en la fase del sueño profundo, por lo que es muy probable que al día siguiente te sientas poco descansado.
Es recomendable, en cambio, tomar infusiones en base a ciertas hierbas naturales que ayudan a descansar, que pronto podrán ver en nuestro blog.
AMBIENTE
Creá las condiciones necesarias -y posibles- para irte a dormir.
Si bien es habitual que un entorno perfecto para dormir implique una habitación oscura y silenciosa con temperatura agradable, cada uno tiene sus preferencias y posibilidades. Lo que no se puede negociar es tener un buen colchón y una almohada adecuada para que tu columna esté alineada y tu cuerpo logre relajarse. Elegirlos correctamente es todo un tema aparte, pero podés empezar por usar nuestra encuesta sobre tus preferencias para encontrar tu colchón y almohada ideales.
Hacer de tu habitación un santuario del sueño puede ser muy beneficioso para tu descanso y para la desconexión del mundo exterior. Sin embargo, no siempre podemos alcanzar ese deseo y necesitamos adaptarlo a lo posible: usar tapones para los oídos y antifaces, pueden adaptar la realidad para un merecido descanso.
PANTALLAS
Enemigas íntimas del sueño reparador.
Sería ideal dejar el teléfono fuera de la habitación y no tener tele en el cuarto, pero ¿cómo resistirse a una buena peli en la cama? Los especialistas recomiendan hacerlo en el sillón y trasladarse a la cama para dormir, pero si sos como nosotros y disfrutás de tu cama más allá del momento del sueño, lo que recomendamos es limitar el tiempo de exposición a las pantallas y que no sea la última actividad que realices antes de dormir.
Darse un baño caliente, practicar técnicas de respiración, leer o hacer unos minutos de meditación ayudan mucho a lograr un buen clima para relajarnos y dormir mejor.
SIESTA
Un placer del que no hay que abusar.
Es claro que si queremos conciliar el sueño, no debemos hacer siestas largas que nos permitan recargar las pilas y estar super activos a la hora de dormir. Pero como ya lo deben haber notado, somos hedonistas respecto al sueño y al descanso, por lo que no podemos negar que las siestas son un placer que debemos aprovechar siempre que podamos.
Eso sí, que duren unos 30 minutos y que no sean al final de la tarde para separarla del horario de ir a la cama.
ACTIVIDAD FÍSICA
Una rutina diaria de ejercicios es clave.
Tanto para el descanso como para tu salud en general, incorporar hábitos saludables como caminatas o practicar un deporte (mejor aún si es al aire libre) canaliza tu energía, combate el estrés y provoca un cansancio agradable por la noche, que ayuda a dormir mejor.
También en este caso, es importante que esa actividad no esté muy cerca del horario de descanso: al hacer ejercicio, nuestro cuerpo libera hormonas que nos pueden poner alerta en el momento en que queremos relajarnos.
ESTRÉS
Para ser productivos, tenemos que estar descansados.
En estos días es difícil vivir sin nada de estrés o ansiedad, pero sí podemos tomar diferentes medidas para controlarlo como planificar y organizar los pendientes, hacer ejercicio y meditación.
Sin embargo, muchas veces las preocupaciones nos asaltan en ese momento en que creamos las condiciones necesarias para descansar. En ese caso, puede ser muy útil anotar eso que debemos resolver como una forma de darle entidad y ofrecer a nuestro cerebro “la tranquilidad” de que no vamos a olvidarlo al día siguiente.
En Sensorial somos fanáticos del descanso y sabemos que una mala noche puede tenerla cualquiera, pero si el insomnio es frecuente y estos consejos no son suficientes para lograr un descanso reparador, es importantísimo consultar con un médico especialista que te ayude a identificar y tratar lo que provoca ese malestar.
Dormir es clave, descansar es necesario y hacerlo en un colchón de calidad, confortable y con las características que necesitás para tu contextura física, es una tarea que queremos ayudarte a resolver.
*El autor es químico de profesión, desarrolla y emprende en Sensorial Colchones